Vivir en un videojuego: así es Distrito Z, el nuevo barrio malagueño impulsado por Urbania
- El nuevo desarrollo contará con 3.500 viviendas y una extensión de 66 hectáreas
- El proyecto, ubicado en Sánchez Blanca, contará con una App para conectar a los vecinos
Se podría decir que tener una casa en el nuevo barrio malagueño bautizado como Distrito Z será parecido a vivir en un videojuego. Este desarrollo, impulsado por Urbania, que es el principal propietario del ámbito con un 82% de la edificabilidad libre del sector, estará lleno de sensores, será el primer barrio de Málaga en contar con 5G, tendrá una App móvil para conectar a los vecinos y hasta su propia moneda, las Zeta Coins.
El nombre del nuevo barrio, que se ubica en el sector Sánchez Blanca, a menos de cinco minutos de la zona universitaria de Teatinos, hace honor a la generación Z, que «son aquellos que más van a disfrutar de este nuevo desarrollo, precisamente por eso hemos querido contar con ellos y con sus ideas para darle forma», explica a elEconomista Víctor Troyano, arquitecto director del proyecto.
Distrito Z, que abarcará una extensión de 66 hectáreas, se encuentra en una zona de extensión natural de la ciudad de Málaga, «por eso compramos este suelo a mediados de 2019». Sin embargo, el desarrollo cuenta con un hándicap y es que este sector «está desvinculado del tejido residencial, ya que está rodeado de zonas logísticas, comerciales e industriales».
Para solventar esto y hacer de Distrito Z una zona apetecible para vivir, Urbania se ha encargado de diseñar un barrio novedoso, tecnológico y sostenible que tendrá al residente en el centro y que con todos estos factores se se convierte en un barrio cómodo y que creará comunidad entre los aproximadamente 8.000 vecinos que vivirán en el.
El barrio tendrá una App móvil
La parte más singular de Distrito Z se encuentra precisamente en la forma en la que van a lograr conectar a los futuros residentes a través de una app en la que podrán «encontrar todo tipo de información sobre el barrio».
Para ello, Distrito Z estará lleno de sensores que permitirán a los vecinos a través de esta app ver que espacios de aparcamiento están disponibles o que aforo tiene el gimnasio al aire libre. «Todo el tema de la movilidad se podrá controlar a través de la aplicación móvil, de modo que podrán ver el tráfico de autobuses, ponerse en contacto con vecinos que quieran hacer viajes compartidos o reservar bicicletas u otros dispositivos de movilidad», explica Troyano.
Su propia moneda: las Zeta Coins
En la app habrá también un sistema de bonificación en el que entran en juego las Zeta Coins, «una moneda propia del barrio que estamos diseñando con un grupo de jóvenes de la Universidad de Málaga», apunta el director del proyecto.
De este modo, cada vez que un vecino haga algo por la comunidad o por un vecino en particular habrá una transacción de Zeta Coins que podrán canjear en la red de comercios del barrio, donde obtendrán descuentos, o en los medios de transporte. «Si un día por ejemplo no puedes ir a recoger al niño al colegio, o no te da tiempo a sacar a pasear al perro, puedes solicitar a través de la app que lo haga otro vecino, que a cambio recibirá Zeta Coins», explica Troyano.
Además, a través de la app también se podrán hacer reservas en la pista de padel, o pedir mesa en los restaurantes de la zona, así como obtener información meteorológica o de contaminación acústica o ambiental del barrio.
Tecnología y sostenibilidad
Distrito Z unirá también la tecnología con la sostenibilidad. En esta línea «lo que pretendemos es alinear al residente con una serie de objetivos medioambientales que van en línea con la Agenda 2030. Para ello queremos que entiendan el reciclaje como un juego y además de obtener información práctica y curiosa en la app sobre cuantas botellas hay que reciclar para poder fabricar otra, cada vez que reciclen se le darán puntos canjeables por Zeta Coins», explica Troyano.
En el nuevo barrio también se podrán apadrinar árboles y habrá una red de huertos urbanos. «Incluimos también elementos de energía renovable y un sistema de riego inteligente con sensores y hemos logrado reducir el consumo hídrico a la mitad respecto al proyecto original», destaca el arquitecto.
El diseño de este nuevo barrio está pensado al detalle, hasta tal punto que han elaborado un mapa del miedo que detecta las zonas conflictivas o peligrosas y en estos casos el alumbrado público funcionará con sensores de movimiento que activarán una luz incluso más potente de la habitual.
3.500 viviendas y espacios verdes
Todas estas novedades complementarán los servicios de un barrio que contará con 3.500 viviendas, de las que unas 1.100 serán de protección oficial, y que contará con zona comercial, dotacional y 73.646 metros cuadrados de zonas verdes.
La mayor parte de la edificación residencial se concentrará en tipología plurifamiliar, con alturas desde 4 hasta 8 plantas.
Urbania, con unas 1.900 unidades, será el principal promotor del proyecto, en el que participan otras promotoras como Aedas Homes, Andria, así como el propio Ayuntamiento de Málaga o la fundación sin ánimo de lucro, Vinpyca.
Según explica Troyano, la inversión en urbanización se estima entre los 35 y 40 millones de euros y actualmente las obras se encuentran en fase de movimiento de tierras y se prevé su finalización para el tercer trimestre de 2023 por lo que las primeras viviendas empezarán a entregarse a inicios del 2024, si bien saldrán a la venta antes, en el primer trimestre del próximo año, con precios que irán desde los 2.200 hasta los 2.500 euros por metro cuadrado.
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